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makumba

perfume en la ciudad empirica

perfume en la ciudad empirica

-Flaco, van a ser las doce.-Si, ya termino.El ciber estaba desierto y el empleado tenía ganas de ir cerrando. Todavía le quedaba hacer la caja, entrar la génesis del dueño y bajar la persiana metálica. Escribió algo con su voz mental y se dispuso a limpiar las máquinas con un trapo mugriento y un quitamanchas.-Ya cerras, no?-Y si.El cliente interpretó el tono cortante, cerró los programas que estaba usando y se puso la campera liviana que estaba en el respaldo de la silla.-Uno con veinticinco.-No tengo nada de monedas.-Le extendió un billete de diez pesos.-No te preocupes.Después de un sábado entero mendigando monedas en la caja no había problemas con el último cambio, la transacción era simple y sencilla.Una vez que el cliente se retiró, entró la Honda Biz 100, cerró con llaves la puerta, bajó la persiana y se puso a hacer la caja. Una vez más le sobró plata, unos centavos a favor que quedaban de las llamadas telefónicas que se cobraban veinticinco pero se facturaban veintitrés.Afuera era una linda noche primaveral con una temperatura agradable, no había que estar muy abrigado y el cielo despejado dejaba ver una luna brillante.Le colocó la cadena a la puerta, con el candado hacía adentro, un poco escondido, tal como le había sugerido el dueño y arrancó su moto; una Zanella 110 0km que se había ganado con un trabajo horrible de guardia de seguridad en un supermecado.Como el clima invitaba había gente en la calle, deambulando, yendo de acá para allá, movimiento. Dos semanas atrás había salido y el ambiente era otro; con el frío las personas se guardaban, iban específicamente de un lugar a otro.Al empleado le gustaba encontrar la noche así, le daban ganas de salir y hacer cosas. Iba vestido con zapitillas marrones de gamuza, jeans, una remera de Jimi Hendrix y una campera azul con capela.Encaró para la zona de Ciudad Vieja, un lugar en el que había varios bares y que tenía aires de antiguo, tanto por la arquitectura como por el añejo empedrado. Allí estaba el galpón de encomiendas, un centro cultural emplazado en lo que era una antigua estación de trenes durante las últimas décadas del siglo diecinueve y primeras del siglo veinte.El joven llegó, encadenó el vehículo a un poste y entró a buscar a su novia. La encontró hablando con su hermanita menor, ambas eran fans de una de las bandas que tocaban esa noche.-Hola ct!-Hola cuña!!!- Lo saludó la adolescente mientras saltaba a su alrededor y lo abrazaba, haciéndolo sentir un poco viejo por el derroche de energía innecesario.-Hola Sonk, hola Ferr.-Como estuvo el trabajo? Se te enganchó alguno, no?-Si, no se iba, le tuve que decir que cerraba. Odio cuando me ponen en esa situación, si ves que estoy limpiando y ordenado, no te das cuenta que estoy cerrando?-Y… la gente es así.El ambiente era especial, grupitos de personas tomando bebidas en vasos de plástico blanco, todos predispuestos de forma agradable para entregarse al recital de cierre. Esa noche cerraban Los Naguales, una banda de Babylonia que hacía rock latino, o rock mestizo como le gustaba llamarle a algunos. Los organizadores habían dispuesto dos escenarios, uno adentro modesto y pequeño y otro afuera utilizando la estructura de cemento que antiguamente había servido para la carga y descarga de los trenes que transportaban todo tipo de mercancías. En el interior del recinto también había una feria de discos independientes de todas las bandas que sonaban en la radio. Un sinnúmero de bandas platenses de los más diversos géneros de rock. El joven se acercó a la mesa donde estaban los cds, todos estaban cubiertos por un celofán transparente para evitar que alguna mano rápida haga de las suyas. Observó todos detenidamente, había varios de su agrado y todos a precios accesibles.-Te hago una pregunta?-Decime.-Ese de Tranquilo Enano es en vivo?-Si, está grabado de un recital en el Pasaje Dardo Rocha.-Me lo llevo.-Son siete pesos, tenes cambio?-Si, no te preocupes.-El entendía ese pedido.Mientras tanto La Colifa, anteúltima banda, tocaba en el escenario de adentro, había algunos de sus seguidores que escuchaban atentos y cantaban sus temas. Todos los integrantes del grupo tenían puestos una remera con el logo de la Naranja Mecánica. Hicieron un show compacto y ajustado. Afuera se escuchaba, entre tema y tema, la prueba de sonido de la banda babylonense.-Lo vimos al D Technic cuña!- La adolescente estaba un poco enganchada con el cantante de los naguales desde hacía un tiempo.-Si, no sabes, estaba vestido como una persona: jeans y camisita.-Si? Que raro.- El joven conocía un poco al bajista y le pareció extraña su vestimenta, siempre lo había visto vestido con camisetas de fútbol y pantalones deportivos; habían compartido, hacía algunos años, un viaje para ver a Los Redondos en algún pueblo de la provincia. Los había presentado el primo del joven, que en aquellos tiempos formaba parte de la banda.En aquel momento se escurrió entre la gente, con un vaso de vino tinto en la mano, el manager de la banda; una persona nerviosa, de estatura media, con algún kilo de más y el pelo, con alguna que otra cana, a la altura de los hombros.-He makumba como andas?-Pierre querido, todo bien, vos?-Le respondió el joven.-Acá remándola con los de la radio.-Pierre estaba más tranquilo que de costumbre, era obvio porque, la fecha no la organizaba él, sólo se tenía que preocupar de un par de detalles.-Los pibes? Todo bien?-Si, ahí están probando sonido, no hay problemas por suerte, la radio organiza bien las cosas.-Te paso el número de mi celular.-Dale.-Quince…En ese momento la prueba de sonido terminó y el guitarrista de Naguales pasó y lo saludó, a él también lo conocía un poco; un pibe humilde que nunca se la creía, aún cuando en el último tiempo la convocatoria de la banda se había triplicado y las cosas parecían marchar por fin.En el aire flotaba un leve olor a Marihuana mezclado con el humo del puesto de choripan y patis, era impensado que Los Naguales tocasen y nadie fumara. Los seguidores de la banda eran una mezcla, había algunos rolingas, pero sobre todo jóvenes informales y estudiantes del interior.Makumba, su novia y la adolescente salieron, habría alrededor de cuatrocientas personas. Algunos sentados en el pasto, otros parados, todos pendientes ya del último recital que por fin daba comienzo. Cuando la gente se estaba retirando, Pierre se acercó a Ct (m) y cruzaron algunas palabras.-Que van a hacer?-Creo que nada.-Nosotros nos vamos a un bar, vengan.-Para que pregunto.El joven habló con la novia y su cuñada. A la adolescente le encantó la idea, a la novia no le gustó mucho, estaba cansada y eran alrededor de la las tres de la madrugada.Pronto los tres estaban arriba de la Zanella dirigiéndose a Flamingo, un bar que estaba en diagonal 78 y 61, enfrente de la facultad de bellas artes y a una cuadra de plaza Rocha. La noche seguía mostrando todas sus variantes en cuanto a las personas que la transitaban; las típicas chicas de boliche, super producidas y esperando algún oportuno histeriqueo, algunos darks con su acostumbrada ropa negra y un nivel de producción similar a las bolicheras y los semi-lumpenes, con su descuidado y casual look, tirados en alguna esquina tomando cerveza. Flamingo era un bar en penumbras que estaba instalado en una antigua casa pintada de marrón oscuro por fuera y un color indescifrable por dentro, así era de oscuro y así de mal lo iluminaban las pocas luces prendidas. Los tres jóvenes entraron y se encontraron con una pantalla gigante en la que pasaban videos musicales, pero la música no acompañaba las imágenes sino que era puesta por un discjockey que tenía unas cuantas pilas de más, la energía lo desbordaba y trataba de bailar al ritmo de la música que ponía, mayormente rock nacional.Se encontraron con toda la banda allí, la adolescente emocionada no podía dejar observar al cantante, un joven de unos treinta años, flaco y de un metro sesenta y cinco de altura, con el pelo claro y unos ojos azules teñidos de rojo.-Ct, como estás?-Que haces demonio??!, tanto tiempo.-Todo bien, te gusto lo de hoy?-Si, la verdad que están sonando re bien.-Y… estamos laburando.-Las canciones nuevas me gustaron. Me gusta esa que dice “que cuando juego con fuego me quemo”.-Te gustó? Se la hice a mi hija, es como una explicación de porque soy músico, está buena no?-Si, la verdad que si.Cuando se estaban por despedir con las típicas frases de rigor, Ct sintió una codazo en los riñones, era su cuñada mirándolo fijamente.-Ah D, esta es mi cuñada, Ferr.-Hola que tal?-Hola!.- Una sonrisa boba se dibujaba en el rostro de la adolescente.Makumba sintió que sobraba cuando las dos personas que había presentado se pusieron a hablar del recital de esa noche y pronto se despidió. Caló un par de pitadas de una chistosa que le pasó un operador amigo.-La dejamos a tu hermana?-Y la veo bastante entusiasmada?Se despidieron cruzando sonrisas cómplices y la pareja, montada en la negociante, se perdió en la noche de Babylonia.

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