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makumba

 

Estás buscando una historia sólida, actuaciones conmovedoras, una producción ostentosa? Bueno si eso es lo que buscas trata de no entrar a la sala en la que proyectan 100 % lucha porque le vas a pasar de largo a todos esos atributos.

Sin embargo, sí el programa que se emite los domingos al mediodía por Telefe te gusta, no te la pierdas; la peli profundiza ese mundo donde todo parece teñido de un surrealismo tercermundista. A diferencia de otros productos de la tele que se han  llevado a la pantalla grande (Los Simpsons por ejemplo) el film protagonizado por la troupe de luchadores no defrauda, aún cargando con todos los clichés posibles.

Tenemos un malo (Carlos Kaspar, el otrora Bebi de Resistiré) que comanda las acciones del largometraje y hace gala de ser el único actor más o menos serio, aunque a su perfomance no le sobre nada. Dos secuaces que intentan acompañar: el Turco Naim, encarnando a un luchador con un brazo robótico que le permite ganar todas las peleas y Fernanda Neil, que pone toda la carne al asador y se muestra la mayor parte del tiempo muy sugestiva (claro que tiene con qué), como si fuéramos adiestrando a los niños en las artes de babosearse con la carne argentina. Y claro la eterna lucha del mal contra el bien.

El mal está encarnado por el circuito de luchas ilegales, y el eje por el cual se mueve la historia es que de a poco los luchadores profesionales se van pasando a las filas de la “clandestina” en la que, hoo que atroz e inmoral!!!, se apuesta. Entonces los buenos, que a su vez están divididos en los dos bandos que cada domingo se enfrentan, corren a salvar nuestras almas del infierno del vicio y para ello dejan de lado sus diferencias y se unen, que tierno no?

En cierto punto, y por más que se trate de entretenimiento, es un poco escalofriante ver como se reproducen las taras, estereotipos y el sistema de prejuicios de una sociedad. Tengamos en cuenta que el film está dirigido a los más chicos y es innegable entonces la capacidad del cine de moldear esas pequeñas mentes, en las que aún no se ha formado una idea crítica del mundo que los rodea.

   Todo esto sin mencionar que nuestro héroe máximo, el psuedo rubio Viloni, no puede pronunciar su texto sin que sus dichos parezcan leídos por uno de esos programas informáticos en los que se escribe y una voz monofónica y sin ningún tipo de matiz repite nuestras palabras.

    Sin lugar a dudas quien garpa y hace valer la plata que dejamos en la taquilla es La Maza; sus intervenciones son acertadas y se lo nota divertido en pantalla. Su acento centroamericano made in Villa Ortuza desestructura el acartonamiento de la peli y nos remite inmediatamente a un costado más lúdico y relajado. Otro que suma en esta línea es Osvaldo Principi, están consolidados sus extravagantes giros idiomáticos; como olvidarse por ejemplo de invenciones como la ya inmortal tortura de la urraca húngara. A fin de cuentas 100% lucha trata de un cine que intenta reírse de si mismo y por momentos lo logra. Un punto y aparte merecen los cameos de Mario Pergolini y Eduardo de La Puente, Roberto Giordano o Marley; más el cierre con una crítica despiadada, mientras los créditos empiezan a correr, de Axel Kutchevaski sobre la pelicula misma. Será la serpiente mordiendo a sí misma?

 

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