Terro flow

El ciclo llegaba a su fin y los pibes babilonya daban su último recital. La llamada combativa de esa banda había hecho huella en su alma, no cabía duda que eran su elección, los vaivenes temporales lo habían perdido un poco como siempre. Había asistido a un par de ensayos (o lo que sea que hacían cuando se juntaban) y había hecho sus jugadas. Una fecha se había suspendido (esa en la que había colaborado con unos afiches), él todavía cumplía funciones en el averno.
Lo que le preocupaba un poco era no cazar del todo la onda si ellos lo aceptaban o no, o más bien si les gustaba su posición ante las cosas, era claro que les temía o les guardaba un gran respeto, no eran comunes sino seres que habitaban el escenario, semi deidades o lo que fuera que dijeran de ellos en la noche, así que siempre se andaba con mucho cuidado aunque la otra campana decía que tranquilamente podían ser sus perros, pero como transitar de manera cuerda esos extremos?
Como siempre las fechas deambulaban en una nebulosa, era claro que escapaban de los arcoris. Él había sido uno? Todavía lo era? El trabajo en casa implicaba eso, el tiempo andaba por otros carriles, sus proyectos lo volvían bastante loco aunque le proporcionaban grandes cuotas de placer, esas conversaciones mentales abiertas charlando del futuro o de la humanidad eran exquisitas, un clan hecho y derecho; aunque las hembras eran un tema. Se le hacía muy difícil soportar a las intento pero las cartas estaban jugadas y las responsabilidades espirituales eran más fuertes.
Hacía rato que no se conectaba en la frecuencia de la mente del muerto, era algo temible esa panda de contactos de los cual confiaba en contados casos, sólo entendía que debía hablar con su terro y con el supuesto alfa de los pibes babylonia. Ella seguía golpeando su puerta pero él ya no respondía, la marca de la ira, la traición o la frustración había construído un fuerte muro de rechazo, aún con ella: una de las dueñas de la ciudad y de su corazón, su pierna para caminar en esta existencia sin amos.
Su dependencia de la génesis era bastante alta y también las idas y vueltas temporales que implicaban sus desarreglos, los trances oníricos eran discontinuos pero aún así logró dar con una de las fechas. Cerró temprano su turno, subió la historia que marcaba su entrada al juego y escuchó atentamente los consejos de los señores.
Como solía ocurrir su llegada fue saludada en la bisagra de la medianoche, desde que hora estarían tocando? Arrancaban o les quedaba poco? Llegarían al amanecer? Apoyó la génesis en un árbol y se entregó al mar de sus dudas, tenía un enter? Allí estaban sus contactos de público, una bruji y la mami vampira. Tocaron y después de terminar el primer tema que escuchaba no le sorprendió oír que se estaban despidiendo, por lo que activó rápidamente y caminó entre los durmientes, unos roses aquí y allá y la escalera a su disposición, aunque el sentimiento de vergüenza y de que ya había perdido ese partido en otra vida eran fuertes entró en escena en ganador style (algo con lo que no se sentía cómodo la mayor parte del tiempo) saltó la pedalera y sumó unos coros, un tema tranqui, buscó sus contactos y la voz mental le marcó ese “exitos” que lo asustaba un poco, la vergüenza de ser el enganchado pesándole en la soul pero comprendiendo que seguía el camino del  placer o bien los designios de los verdaderos dueños de esta existencia: la jauría cuadrúpeda que lo había hecho de esa forma.
Le costó trabajo soltarse pero tiempo después pudo percibir el momento de comunión, los pibes a su ritmo o él al de ellos, todos fluyendo e improvisando no sobre lo que se decía en el micrófono sino en la frecuencia terrorista. La voz nagual lo presentó y se sintió un poco mejor aunque era claro que su objetivo (hacerse de las cuatro cuerdas por un tema) no se iba realizar; ese era su temor, la voz líder no era alguien para importunar, uno de los pibes se interpuso y el deambuló un rato en su reset mientras seguía improvisando, a veces dándoles aliento otras fluyendo sobre su tema: la eterna lucha entre los deemons y los santos, aunque estaba claro que esos caminos se unían bastante; en la noche todos andábamos cuidándonos unos a otros de la forma en que mejor podíamos, algunos desde el silencio otros desde el sonido compañero. Estuvo tres temas y después de se bajó, cuando volvió a su puesto ya habían cambiado las cosas: un wizard del tiempo ya estaba allí en su visual, un arcoiris lo acechaba y un oscuro parecía darle su bendición.

No tocaron mucho más, además estaban andando en temas bastante Light o eso le pareció a él. Cuando finalizó se retiró a un costado y divagó en esas conversaciones que aún a mucha distancia podía escuchar, se llevó un comentario para su carga de risa espontánea: era obvio que el alfa se reía de sus antiguos amos, él lo festejo en silencio y se rió mucho. Montó en la génesis y llegó hasta la casa de la noche boca arriba, meter algo en su cuerpo humano era vital, el silencio de la noche y los gritos mentales en su cabeza contrastaban de forma firme, entonces llegó ella portando el tag de su antiguo amor y acompañada por un macho, se había hecho fuerte en su visual en el recital y ahora estaba allí pareciéndole rogar que inicien una conversación, una de humanos, cosa que a él se le dificultaba cada vez más, nada; conversaron en frecuencia mental, su presencia no lo importunaba en lo absoluto, cumplir con la tarea que su placer marcaba lo volvía prácticamente invulnerable. Llegaron otros pares más pero él se refugiaba en el humo de la nitro, divagando en su oníria mental hasta llegar a casa con otro paso más cumplido.

jugo de paty - sombra africana version

 

 

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